La Navidad suele ser una festividad muy esperada por toda la familia, pero, en especial, por los más pequeños de la casa, quienes viven con ilusión el momento en que redactan su carta a los Reyes Magos y piden sus ansiados regalos.
Sin embargo, esta sincera e inocente petición de los niños, según los expertos en psicología infantil, puede desembocar en actitudes desmedidas y consumistas a las que también se debe de poner freno tanto por parte de los padres, como por los hijos. “El desarrollo de los valores de los niños está supeditado al modelo que observan en su entorno, y lo que transmiten los padres. Todo acto cotidiano es adecuado para reforzar valores positivos que luego se conservarán en el resto de la vida de la persona”, afirma la psicóloga de BluaU Lorena Sanz.
La tradicional petición de deseos a sus Majestades es una gran oportunidad para transmitir valores positivos a los hijos
En este sentido, la experta recomienda a los padres “aprovechar esta tradición para transmitir valores positivos a los hijos y proponerles regalos que incentiven la solidaridad o la sostenibilidad, entre otros. Para ello, es necesario inculcar estos conceptos en el desarrollo de los niños con anterioridad para que, en el momento de redactar la carta a los Reyes Magos, ya conozcan unas pautas que los ayuden a reflexionar y pedir de manera equilibrada.”
Además, la pandemia que ha tenido lugar en este año 2020 tampoco ha pasado desapercibida para los niños, quienes, por muy pequeños que sean, han sido capaces de percibir parte de la gravedad de la situación sanitaria. Esto también debería facilitar que la carta a sus Majestades sea solidaria y busque ayudar también a otros niños o mayores.
Previo paso a la redacción, Lorena Sanz aconseja inducir al niño a una reflexión donde evalúe su comportamiento a lo largo de todo el año. En base a ello, se le preguntará cuántos regalos cree que se merece y se establecerá una conversación sobre sus buenos y malos comportamientos y actitudes. “Este acto de reflexión supone un ejercicio muy importante. No hay que subestimar a los niños y debemos fomentar que ellos mismos lleguen a ciertas conclusiones, lo que además les ayudará a afrontar sus actuaciones en un futuro, y con la lista de los Reyes se puede hacer”, insiste la psicóloga de BluaU.
Este ejercicio es necesario para que los pequeños se hagan responsables de sí mismos, hagan autocrítica y también aprendan a valorar más el esfuerzo que supone conseguir lo que desean.
Los expertos en psicología infantil recomiendan esquivar el consumismo y promover experiencias de sostenibilidad y solidaridad
Una vez que los niños comiencen a redactar, lo ideal es orientarles para que su lista no contenga solamente regalos materiales, sino también experiencias donde puedan entrar componentes positivos como, por ejemplo, regalar una planta que se deba cuidar, una bicicleta con la que hacer deporte o un regalo compartido con los hermanos que fomente compartir y cooperar. Dentro de estos regalos, se debe intentar, en la medida de lo posible, que sean juguetes con una larga vida útil y que estén fabricados con materiales resistentes, sostenibles y fáciles de reciclar.
En el caso de que el regalo sea una mascota, se debe de tener muy en cuenta que, pese a que la convivencia con un animal puede fomentar la responsabilidad y el respeto hacia los demás, no se trata de un juguete. Antes de tomar esta decisión los padres deben valorar si los hijos tienen la capacidad de comprender y cumplir la responsabilidad que supondrá su cuidado, más allá de lo que digan sus palabras. Además, será indispensable establecer normas muy claras acerca de su cuidado, el respeto y el compromiso hacia el animal.