La Fundación alerta de esta grave situación y pone a disposición de padres, madres y educadores sus recursos y consejos…
La Fundación Barça alerta de que la situación de confinamiento puede provocar un incremento del cyberbullying entre los niños, ya que se dan diversas situaciones entre las que destaca un aumento del número de horas de conectividad o de uso de dispositivos tecnológicos. Por otra parte, la única forma de conexión que tienen los niños con los demás (amigos) es a través de Internet y las redes (incluso para las tareas escolares).
Hay que tener presente que anteriormente ya estaba habiendo conductas de bullying antes del confinamiento. Ahora pueden perpetuarse en el tiempo y convertirse en cyberbullying. Hay que recordar que las cifras del estudio que realizó la Fundación Barça sobre el bullying en las escuelas de primaria de Cataluña, ya indicaba que un 30% de los niños sufrían acoso. Es muy probable que estos niños lo continúen sufriendo, a través de las redes.
Durante la etapa de crecimiento y de cambio en los niños, y de manera agravada por el confinamiento, pueden emerger las dificultades en la gestión de las emociones, como la rabia o la frustración, y canalizarse erróneamente a través de esta forma de violencia. A la vez, el confinamiento ha abocado a los niños a un escenario digital nuevo sin que ellos / as ni las familias tengamos las competencias digitales para evitar riesgos.
Además, cualquier cambio de conducta o de humor puede confundirse por el entorno familiar, y atribuirse a la situación de confinamiento, cuando, en realidad, pueden estar viviendo situaciones de victimización. Tal y como aseveran diversas organizaciones, entre las que destaca las Naciones Unidas o la Fundación ANAR (entre otros), ahora es muy importante prestar atención a diferentes formas de violencia, y corroboran que hay un aumento de consultas y denuncias por estas diferentes formas de violencia. En los últimos informes, estas entidades señalaban que las consultas, durante este periodo, han aumentado entre un 20-25%.
El ‘cyberbullying’ tiene más impacto
El daño del cyberbullying sobre la víctima es más notorio que el bullying, ya que la repercusión que puede tener cualquier contenido es siempre mucho más alta, con un volumen de espectadores casi infinito. Asimismo, es más difícil de detectar, porque es probable que los agresores escondan su identidad y, además, el contenido se guarda, y perdura en el tiempo … queda una huella digital. Un contenido puede ser reproducido de nuevo con el tiempo, y que el niño vuelva a ser victimizado.
Por otra parte, las personas, en el mundo virtual, tienen comportamientos que difieren del presencial, como atreverse a tener otro tipo de conductas, inapropiadas en algunos casos, o pensar que lo que enviamos o escribimos hace menos daño que el que se hace cara a cara. O el hecho de que añadimos, como amigos/as, cualquier persona, sin saber quién está detrás.